¡Hola a todos!
Pues sí, ya estoy en casita, rodeada de mis hermanitos, que no me dejan un momento :P
El viaje bien, bastante tranquilo, afortunadamente la mayor parte de las horas de vuelo las pasé dormida o medio dormida. Tan preocupada que estaba porque no me iba a llegar con el libro que llevaba y ni siquiera lo empecé. Lo peor fueron las horas de aeropuerto, leí en el ordenador hasta que la batería se agotó (lo que fue bastante poco tiempo), y luego el resto del tiempo dando vueltas... Ayer me recogieron en la estación Ana, Victoria, Miguel y Gabi, ¡qué bonicos todos! Han crecido un montón este tiempo, sobre todo Miguel, que está hecho un hombrecito. Todos más majos que nada, diciéndome lo mucho que me habían echado de menos, y venga a darme besos y abrazos :P ¡Lo mejor fue que en ningún momento me preguntaron si les había traído algo! Son los niños menos interesados del mundo, cuatro auténticos encantos. El reencuentro con mi hermanita Rocío fue especialmente emotivo, ais, ¡si es que la he echado mucho de menos! Y con eso de que se independiza, pues estamos un poquito más sensiblonas. Por la noche tuvimos charla y cotilleo las tres (Ana, Rocío y yo), ¡como en los viejos tiempos! Hubo reparto de regalos y fue todo un éxito :)
Al llegar a casa, vi que los enanos me habían preparado una sorpresa. Casi me echo a llorar. Os dejo una foto para que veáis los amores que tenemos en casa...
Pues sí, ya estoy en casita, rodeada de mis hermanitos, que no me dejan un momento :P
El viaje bien, bastante tranquilo, afortunadamente la mayor parte de las horas de vuelo las pasé dormida o medio dormida. Tan preocupada que estaba porque no me iba a llegar con el libro que llevaba y ni siquiera lo empecé. Lo peor fueron las horas de aeropuerto, leí en el ordenador hasta que la batería se agotó (lo que fue bastante poco tiempo), y luego el resto del tiempo dando vueltas... Ayer me recogieron en la estación Ana, Victoria, Miguel y Gabi, ¡qué bonicos todos! Han crecido un montón este tiempo, sobre todo Miguel, que está hecho un hombrecito. Todos más majos que nada, diciéndome lo mucho que me habían echado de menos, y venga a darme besos y abrazos :P ¡Lo mejor fue que en ningún momento me preguntaron si les había traído algo! Son los niños menos interesados del mundo, cuatro auténticos encantos. El reencuentro con mi hermanita Rocío fue especialmente emotivo, ais, ¡si es que la he echado mucho de menos! Y con eso de que se independiza, pues estamos un poquito más sensiblonas. Por la noche tuvimos charla y cotilleo las tres (Ana, Rocío y yo), ¡como en los viejos tiempos! Hubo reparto de regalos y fue todo un éxito :)
Al llegar a casa, vi que los enanos me habían preparado una sorpresa. Casi me echo a llorar. Os dejo una foto para que veáis los amores que tenemos en casa...
PD: Tanisha, esta entrada va por ti ;) ¡Te quiero hermosa!
